Oral history with Mario Avila, 09/28/2019
Transcript
Marta Valier (MV): This is an interview with Mario Avila for the Tom and Ethel Bradley Center. This interview is being conducted by Marta Valier at the Centre Cultural. Today is September.
Mario Avila (MA):Centro Cultural Centroamericano.
MV: Centro Cultural Centroamericano. Septiembre.
MA: 28.
MV: 28, gracias.
MV: Cuándo y dónde naciste?
MA: Nací en la capital de Guatemala. Soy y hijo de una mujer de origen de la India, del Atlántico del país, y un hombre de origen español.
MV: Puede parece hablar un poco sobre tu vida familiar, infancia?
MA: Bueno, crecí en una familia de doce hijos, fue una infancia muy bonita. Mi padre trabajaba como maquinista, como ferrocarrilero, manejando el tren con la United Fruit Company. Trajo alrededor de 50 años con esa compañía. Teníamos una vida muy cómoda porque ganaba mi padre muy buen dinero. Somos una familia de los primeros maquinistas de los ferrocarriles de Guatemala. Su bisabuelo y su abuelo fueron maquinistas también. Entonces cada uno de nosotros tuvo la oportunidad de jugar. Así que en el aspecto material no habría ningún problema. Yo te hablo de mi historia, yo no tenía hambre, yo siempre, nos vistieron bien y todo, pero mi color. Yo voy a una escuela pagada, por que mi papá pagó una escuela y le pedí que me sacara de ahí, porque los muchachos, los varones me insultaban por mi color. Las niñas, no las niñas. Yo creo que les caía bien por mi color. Las niñas más sensibles, las niñas y jugaban conmigo y los muchachitos se enojaba. Yo le pedí favor a mi padre que me sacara de ahí, apenas tercer grado de primaria, alegó sácame de aquí. Y me sacó de la escuela esa porque, porque de niño yo no entendía qué es racismo.
Mi madre tenía varios hermanos, uno de ellos, el mayor, se llamaba Antonio Obando Sánchez, que fue un hombre mutualista. Le decían mutualista a los que se organizaban para defender sus derechos. Te estoy hablando de 1932-1940 por ahí, donde se juntaban, las luchas sociales nacen de los obreros y nacen de los estudiantes. Mi tío era un mutualista. Él era un carpintero ebanista. Él hacía muebles finos y en 1928, en 1929, viaja a la Unión Soviética con Miguelito Mármol y un sastre, también hondureño, y son los primeros hombres que regresan a América Central a fundar el Partido Comunista de Honduras, El Salvador y Guatemala. Ese era mi tío. Entonces, Jorge Ubico en 1930 era el dictador de Guatemala. Él asume una dictadura y meten preso a mi tío durante una dictadura de 14 años.
Hasta que en 1944 hay una revolución que le llamamos la Revolución de Octubre. Y entonces mi tío sale de la cárcel y se comienza a desarrollar un proyecto democrático en Guatemala a través de el doctor Juan José Arévalo, que estaba exiliado en Argentina y regresa a Guatemala. Gana la presidencia en 1944, y comienza una primavera que le llamamos nosotros, la Primavera Democrática, donde se comienzan a hacer cambios sociales fundamentales para el desarrollo del país, especialmente para los indígenas, que en aquel tiempo no tenían ninguna libertad, no podían entrar a la ciudad, tenían que tener un pase especial para entrar a la ciudad, no podían usar zapatos, tenían que usar sus sus pies descalzos o sus caites, que les decimos, no podían ir a la escuela, no podían votar, no podía hacer nada. Pasa los cuatro años de Arévalo, se funda las Escuelas Normales, y luego ganar la presidencia de Jacobo Árbenz Guzman, en 1950. Y sigue ese proyecto democrático. Se casa con una mujer salvadoreña rica del Salvador, El Salvador, María Vilanova, que ella incide mucho en el pensamiento de Jacobo Árbenz porque era una mujer progresista, muy liberal, verdad? Muy, muy, muy liberal en el sentido de justicia social, y acompaña a Jacobo Árbenz en ese pensamiento. Pero también se hace el artículo 900 durante Jacobo Árbenz, que es un artículo donde de una reforma agraria que se le entregan las tierras a los campesinos pobres, se recuperan todas las tierras ociosas de la United Fruit Company, y se nacionalizan los ferrocarriles que le pertenecían a United Fruit Company. Se nacionalizan los ferrocarriles y comienza un auge en Guatemala, de desarrollo dentro la ciudad y dentro del campo. La gente vivía tranquila, la gente estaba yendo a la escuela, aseaba. Se abren los primeros comedores populares en el país porque había hambre. Entonces se comienza a atender a la gente, las escuelas se hacen proyectos muy bonitos para aprender música, arte, ciencias. Hay un desarrollo dentro de la educación pública guatemalteca, pero hay intereses muy profundos de United Fruit Company en Guatemala. Los Dulles, los hermanos Dulles, uno que es director de la CIA y el otro que tenía negocios dentro United Fruit Company, comienzan a hacer una propaganda conspirativa y comienzan a enfocarse en Guatemala, planteando en el mundo, inclusive en las Naciones Unidas, que en Guatemala se estaba fomentando el comunismo y que la gente se le iban a quitar lo que tenía de propiedad. Decían que si un niño que lustraba botas, zapatos, se le iba a quitar su caja de zapatos porque era capitalista, ese niño. Es un pensamiento muy atrasado de los oligarcas y de los Etados Unidos tambien. Entonces comienzan a pasar en la televisión de los Estados Unidos toda esa propaganda y la transmiten al mundo, de que en Guatemala se estaba gestando un pensamiento comunista. Y no era cierto. Si había gente dentro del Partido Comunista del Gobierno, pero no tenían la fuerza para desarrollar todo ese potencial, era más que todo una revolución progresista que se estaba manifestando. Jacobo Árbenz no era comunista. Él era un joven que se hizo militar y que pertenecía, pertenecía a una familia rica del occidente del país de Quetzaltenango. Él es de origen suizo. Llegaron los suizos a Guatemala, y ahí nació él. Y luego tenía un pensamiento de justicia hacia el pueblo, verdad? El veía que era un país que se podía desarrollar. Guatemala tiene muchos recursos naturales. Han pasado muchos años y no se lo sacaban todavía. Entonces el la, la, la, la pequeña historia resumida de lo que fue ese proceso de 10 años de primavera democrática, hasta que.
MV: Quel año?
MA: Se termina el ’54. Yo tenía 11 años de edad cuando bombardearon.
MV: Te acuerdas?
MA: Si me recuerdo bien, mi mamá nos metió a la cama. Venían los aviones, esos que le decían los mosquitos o sulfatos, y estaban tirando balas calibre 50 sobre una base militar. Nosotros vivíamos como a unas seis cuadras de la base militar. Entonces comienza una etapa diferente para nosotros los niños. Y comenzamos a tener una vida distinta. Comenzamos a saber cuando vamos a la escuela, en las cunetas, en las orillas del camino, cadáveres de gente adulta muertas, comienzan a inspirar en el pueblo guatemalteco un sentido de terror. Uno es niño, ve un cadáver descompuesto a la orilla del camino cuando va a la escuela y se asusta. Te crean un trauma. Entonces comienza el drama para el pueblo guatemalteco. También comienza la represión a matar gente que aparece ahí y otros que no se sabe dónde quedaron. Entonces comienzan a instaurar una dictadura militar. Había un militar que era un coronel, Castillo Armas, que el lo escapan de la cárcel, y luego los Estados Unidos lo lo lo lo apoya y entonces creando una situación compleja de intervención, que no fue como mucha gente lo cuenta, porque la intervención en Guatemala se generó a través de la publicidad. Inclusive los militares de Guatemala estaban perdiendo la guerra. Pero la media decía que estaban ganando la guerra. En la embajada de Guatemala en la Avenida Reforma, tenían aparatos sónicos donde transmitían explosiones, sonidos de explosiones, de bombardeos y de aviones que bombardean, pero no eran bombardeando nada.
MV: Verdad?
MA: Si, era orrible. Si se habían habían aviones volando y unas que otras bombas, pero en la ciudad los bombardeos se escuchaban porque tenían aparatos sónicos, para asustar a la gente, que sí se estaba ganando la guerra a través de los, de los que ven de los contras del gobierno de armas. La gente se asusta. Sabes una cosa? Guatemala tenía dos millones y medio de habitantes en aquel tiempo, éramos un paisito chiquito, y en la capital pues éramos poquitos. Y entonces, con ese sistema de los aviones, con el apoyo de la media manipulando la noticia y luego los Estados Unidos utilizando su tecnología militar, se crea un caos, crea un pánico entre la población, entonces Árbenz renuncia para salvar al pueblo de una injusticia más grande. No asume su responsabilidad histórica de seguir, sino que entrega al poder, porque también Árbenz no era un revolucionario, Árbenz fue un agente democrática. Pongo una, haciendo un paréntesis, pongo un ejemplo. No es lo mismo que Salvador Allende, que Salvador Allende hasta las últimas consecuencias se muere combatiendo por su pueblo. Árbenz no, era un hombre bueno, era otra época, era otro espacio en el mundo, y entonces renuncia y se va al exilio. Y fue trágico para Guatemala, porque la represión fue fuerte. Era el gobierno de Guatemala ya tenía todo un complejo de inteligencia desde el tiempo de Ubico, de Jorge Ubico, donde crearon un pensamiento de denuncia hacia la población. Por ejemplo, tú tenías un negocio, una tienda, y mandaban agentes del gobierno: “Mire, señora, le vamos a pagar porque nos diga si ve algo, algo sospechoso en su comunidad,” entonces quedó en un pensamiento, como decimos, de orejas que escuchaban y la gente denunciaba, denunciaban de mujeres prostitutas, denunciaban homosexuales, denunciaban mutualistas y posteriormente, después de la intervención de los Estados Unidos, crece ese trabajo del ejército, de los oligarcas del país, que yo quiero hacer énfasis en eso. Que también que toda la desgracia del pueblo guatemalteco no es solo de los militares ni el gobierno de los Estados Unidos, sino hay unas familias que llegaron desde el tiempo los españoles, que tienen un pensamiento atrasado y quieren el progreso solo para ellos, no para el pueblo. Y los culpables verdaderos son los que han vendido al país, y son los oligarcas, los Arzú, las familias Aycinena, los Castillo Sinibaldi, son poquitas familias. Hay más, pero esos son los los principales que manejan el poder económico. Verdad? Entonces, después de eso, de la intervención de Estados Unidos y que se da a otro proceso en 1960. Hay un gobierno que era un general, el general Miguel Ydígoras Fuentes, así se llamaba eso, que tenía un pensamiento de fascista de Mussolini y de Hitler, y él creía mucho en Francisco Franco. Entonces este tipo somete al pueblo a una represión tremenda. Pero los militares jóvenes que habían crecido del 50, del 50 a los 60’s, sus padres los meten a estudiar a la Escuela Politécnica y se forman soldados con un pensamiento de justicia social. Entonces hay un alzamiento en 1960, el 13 de noviembre de 1960. Entonces se alzan unos jóvenes militares que dentro de ellos son son bastante importantes en la historia del país Turcios Lima, Alejandro de León y [Marco Antonio] Yon Sosa. Hubo otro de apellido Trejo, pero no me recuerdo el nombre [Luis Trejo Esquivel]. Entonces estos jóvenes se lanzan contra la dictadura de Ydígoras Fuentes y llaman al pueblo a rebelarse, pero fracasa esa esa sublevación del 13 de noviembre de 1960. Entonces tienen que huir porque traicionan otros militares de Zacapa, por ejemplo, y ellos traicionan a esos jóvenes militares y se tienen que ir a buscar el exilio en Nicaragua. Pero en Nicaragua Anastasio Somoza los saca porque era amigo de Ydígoras Fuentes, y compartía el pensamiento de Ydígoras. Tú sabes la historia de Somoza, entonces de ahí se van para Honduras, pero también lo sacan de Honduras, se van El Salvador y lo sacan también. Entonces se meten a Guatemala por Honduras y se meten por la parte nororiente del país. Rabinal y toda esa parte por la Sierra de las Minas por allá. Y entonces comienzan a formar un movimiento insurgente y captan a varios indígenas, uno de ellos muy relevante, Socorro Sical que se va con Turcios Lima y Yon Sosa, llama a su pueblo a rebelarse y se rebelan varios, varias gentes de indígenas mayas. La represión está fuerte. Entonces el pueblo comienza a reclamar y sale a las calles en pequeñas manifestaciones, hasta que en 1962 se llama al pueblo a la unidad, y se dan las luchas sociales de marzo y abril de 1962. Entonces, en esas luchas sociales de marzo y abril, pues nosotros los jóvenes en aquel tiempo, pues nos lanzamos a la calle a protestar. Entonces, con mis amigos, mis mejores amigos de la colonia, salimos a protestar. Oscar, un compañerito, que éramos muy amigos, se lo iba a comer a la casa, y salimos los dos y nos vamos, veinte y hagamos piedras y vamos. Allá hay una avenida que se llama la avenida Bolívar y comenzamos a enfrentar a los camisudos. Decían los camisudos la gente del oriente del país, gente blanca, racista contra los pueblos indígenas, campesinos pobres que no saben leer, ladinos pero con odio hacia los indígenas. Entonces comienzan a disparar. Venían todos vestidos de blanco y venían con armas M1 y comienzan a dispararle a la gente. Entonces salimos corriendo, nos cruzamos por una panadería y salimos corriendo con él en una avenida grande y están disparando. Estamos corriendo en zigzag, pero a él le meten un tiro en la cabeza y cae, mi amigo. Y entonces, cuando veo que cae y regreso y lo agarro de la cabeza y me deja la mano llena de sangre porque lo mataron, de un tiro en la cabeza. Entonces salgo corriendo y voy a llamar a su mamá. Y entonces la mamá gritando histérica. Y es mi primera experiencia de represión fuerte. Aunque tengo una familia que siempre estuvo en la mira del gobierno por mi tío y mi casa se hacían las reuniones y todo eso cuando era niño, de los insurgentes. Entonces es mi primera experiencia. Pierdo a mi mejor amigo, que jugamos fútbol, que vamos a la escuela y mi entra el coraje. Y entonces busco, cómo participar más dentro del movimiento para poder aportado a esa lucha, pues para sacar de la injusticia a nuestro país. Y de ahí, de 1962, hasta actualmente, la represión en Guatemala es horrible, horrible. A parte selectiva. Entonces comienzan a seleccionar la gente que piensa y comienza a ser perseguida la gente. Entonces en el 62 se hacen, se hacen conversaciones con los diferentes movimientos sociales, campesinos, sobreros y estudiantes, y se forman las, como una urgencia porque se han agotado todas las posibilidades de llegar a un acuerdo para caminar en paz. Entonces se forman las primeras fuerzas armadas rebeldes, las FAR, verdad en Guatemala. Movimiento Insurgente nace de ahí, de ese, de ese contexto histórico donde ya no hay nada que hacer, más que irse a la guerra. Entonces surge el movimiento de, que es primero 13 de noviembre y luego se juntan y se forman las FARC. Y entonces comienza la guerra y comienza también la represión. Muy fuerte, muy fuerte. Me veo a través del tiempo con jóvenes que estudié en la primaria metidos en la guerra y me decía “Y vos qué haces aquí?” “Pues lo que vos hacés, defendiendo al pueblo”. De niños estudiamos, y de grandes estamos metidos en la guerra, no tenemos otro camino. Hay persecución, pero de una manera grosera. En Guatemala tú caminadas por las alles del país y sentías ese, el miedo, el terror. Se podía tocar el terror. Podría decir yo. Se tú pasas por una calle oscura donde no hay nadie y la adrenalina de tu cuerpo siente ese pánico porque te pueden asaltar, te pueden matar. Pues en el día y a todas horas en Guatemala lo podías sentir porque el ejército de los Estados Unidos regaló al gobierno de Guatemala una gran gama de camionetas Toyota, jeeps y esos jeeps sirvieron para reprimir al pueblo. No tenían placas, algunos tenían placas de los Estados Unidos. Los hombres se iban armados, con metralletas Uzi de Israel. Estate en la lucha de los movimientos estudiantiles y obreros también.
MV: Come te organizaste?
MA: Bueno, yo fue que, yo estaba clandestino, pero había que organizar a los obreros, había que organizar a los estudiantes. Entonces me fui a trabajar como obrero a una fábrica de acero y entonces me afilié a una organización de la CNT, la Central Nacional de Trabajadores, para poder organizar sindicatos progresistas dentro de los trabajadores del metal, que posteriormente esa central fue desaparecida por el sistema porque secuestraron cantidad de obreros de esa central, el único que sobrevivió a esas centrales, Miguel Ángel Albizures, que vive actualmente en Guatemala, el se logra escapar del secuestro. Creo que eran 27 o 23, algo así. No me recuerdo ahorita la cantidad de trabajadores que estaban en una asamblea y los sacan de el gobierno, cierran las calle y con un jeep botan la puerta y sacan a todos. Trabajamos en eso mucho, con un compañero Felipe Antonio García Rac, un compañero Kaqchikel, Q’eqchí perdón compañero Q’eqchí que trabajaba él en una compañía, que hacían ollas de peltre, no se si conoces el peltre?
MV: Si.
MA: Entonoces, con el trabajamos mucho. Era un joven muy inteligente, maya, muy inteligente. Él mantenía su familia, su mamá y a sus hermanitos y aparte de eso, estaba organizado. Visitabamos mucho las fábricas con él para organizar a los obreros y estábamos metidos muy semi clandestinos para poder salvar la vida. Y él en 1980, el 31 de enero de 1980, muere quemado en la embajada de España. El queda quemado en la embajada de España. Yo iba a entrar a la embajada, pero ya no entro, sino que entra él. Entonces me toca hacer otras cosas y me avisan “Mira, ya no vas a poder entrar ahí.”
El trabajo en las montañas es otra cosa, es más complejo. Estuvieron un rato en la montaña.
MV: Cuando?
MA: Estuve después de los 80s. Antes, iba y salía, iba y salía hacia el trabajo, también con los campesinos. Iba y me metía y salía. Está organizado, pero ya después de la quema la embajada de España me fui a la montaña. Y ahí me quedé un tiempo.
MV: Puede describir tu viaje en la montaña?
MA: Mira, fue, hay varias cosas. Me tocó pasar por lugares, alguien me dijo, no te puedo decir su nombre, una compañera muy linda que nos conocimos hace muchos años, era una compañera, comandante, del movimiento insurgente. Me dice “Mira, sabes que vas a pagar por lugares donde vas a ver lo que pasa contra los pueblos mayas.” Y si pasamos lugares de donde estaban colgados cadáveres, aldeas quemadas, bosques quemados con napalm y el napalm, no, en Guatemala no se produce, se produce en Estados Unidos el napalm, lo usaron en la guerra de Vietnam. Entonces el bosque era hermoso. Pero lo mataron. La gente era bella también, pero también la mataron. Entonces la relación con los campesinos de la montaña fue una relación muy bella, porque fue una lucha para crear una Guatemala diferente. Dentro de todas las fallas que tuvimos y todo, creo que fue uno de los mejores esfuerzos que hizo el pueblo guatemalteco. Para construir una Guatemala mejor. Lo que pasa es que luchamos contra un monstruo, que el monstruo no estaba solo. Habían otros monstruos que también los ayudaron a mantenerse y ahí están en el poder ahora. Pero si, mi experiencia con la gente maya fue una experiencia casi de hermanos, compartiendo la lucha, sufriendo lo mismo, luchando por lo mismo. Y bueno, fue una experiencia muy bien. Luego de ahí salió enfermo, salí, salí muy enfermo, me dio un paludismo al hígado, una malaria al hígado y salí. Yo salí pesando de noventa y tres libras de esa montaña. Era un cadáver, verdad? Salí de ahí y posteriormente a eso me ubiqué en México, o me ubicaron en México haciendo trabajo internacional.
MV: En las montañas, puedes describir un día típico?
MA: Un día cualquiera?
MV: Sí.
MA: Bueno, hubieron varios días, pero un día bien, bien, importante. Y yo pasábamos por diferentes lugares. Yo siempre cargaba mi mochila, cargaba penicilina, cargaba diferentes antibióticos, cargaba material para hacer pequeñas suturas y. Cargaba una pinza para sacar dientes también, aprendí a sacar muelas y dientes. Entonces, cuando pasábamos por ahí sólo saludábamos a la gente rápido, nos poníamos a practicar un ratito y no se. Pero en esa ocasión, alguien me dijo que estaba enferma una señora, que había dado a luz a un niño. Eran refugiados en la selva, que habían tenido que salir de su aldea. Y habían improvisado pequeños champas, pequeñas casitas de hojarascas. Entonces, la fui a ver y estaba su esposo. Estaba un niño y el niño recién nacido, y tenía fiebre, mucha fiebre y sus senos eran inflamados. Entonces me pidieron qué pueden hacer. Entonces le dije al esposo “Consigue un huacale”. Un huacale decimos en Guatemala un recipiente. Hay unas frutas que se llaman morros, que se parten y hacen huacale, tecomates. Entonces tenían varios tecomates y me trajeron dos tecomates y acortados y les dije: “Lo que voy a hacer les va a doler, pero le voy a hacer una pequeña sutura en los senos para sacarle la materia.” Entonces busqué donde no hubieran venas y salió cantidad de materia. Se llenaron como tres, tres recipientes de pus. Le decimos otra materia de infección y no hubo necesidad de coser nada y entonces le inyecte penicilina. Le dejé una jeringa al compañero de él. Le dije mira, si se pone. Le expliqué, le pedí una fruta por ahí sacó una papa y le dije “Así se injecta mira” y le enseñé. No me puedo quedar aquí.
MV: Donde tú aprendiste?
MA: Yo?
MV: Si.
MA: Pasé unos cursos sobre medicina, pasé un curso sobre medicina, este, cómo te dijera yo? Es sea medicina de guerra. Es verdad. La cuestión médica, uf, heridos de guerra, hongos en los pies, muchos hongos porqué se usaban botas de hule. Entonces, muchas infecciones que había que curar, verdad, con pocos elementos, pero ahí andabas. Entonces, ya después de ahí, salvo para hacer un trabajo en la parte de México, me ubico primero, en el lugar que se llama Comitán de las Flores. Allá hago un trabajo con otra compañera, para para poder apoyar a la gente que salía de la guerra herida. Es un trabajo con médicos de México y sacamos heridos de la guerra, para llevarlos y que los curaban. En México y un hospital en el hospital de Comitán de Las Flores. Ahí había unos médicos muy lindos, muy buenos, que nos apoyaron mucho en eso, y aparte de eso, teníamos muchos niños que habían salido huyendo. En el 83 y medio por ahí, el gobierno mexicano nos persigue adentro de México también. Y hace todo un reconocimiento de San Cristóbal de las Casas y de Comitán de las Flores y toda la frontera para ubicar la gente guatemalteca que está desarrollando un trabajo con los insurgentes. Y entonces nos matan varios compañeros, nos secuestran varios compañeros el Ejército Mexicano y los desaparecen. Nunca más apareció. Algunos los entregaron al ejército guatemalteco. El Ejército Mexicano. Entonces los persiguieron, pero afortunadamente habíamos creado toda una experiencia logística para poder evadir la persecución. Entonces yo soy el último de los guatemaltecos que hacemos ese trabajo que sale de ese sector, para el D.F. [Mexico City]. Y el último.