Transcript

Marta Valier (MV): This is an interview with Aracely Garrido for the Tom & Ethel Bradley Center, the interview is being conducted by Marta Valier at the Bradley Center on October 4th.

Aracely Garrido (AG): Mira, a partir de los años setenta en Guatemala hubo un nuevo auge de la lucha, de la lucha popular en Guatemala. Ya había habido en la década anterior una represión muy grande, muchos muertos, muchos desaparecidos. Yo sólo eso lo sé por referencia, porque yo era niña. No sé realmente cómo fue en esa época, pero en los 70 yo ya era finales de los 70 y yo era adolescente. Y empezó todo ese auge de que la gente, el todos los llamados a que la población de nuevo se organizara, verdad? En las escuela yo estudié en una escuela pública, es la Escuela Nacional de Ciencias Comerciales, Comercio es más conocido como Comercio que la Escuela Central. Y y esa escuela siempre tuvo una tradición de lucha, me entiendes? Si había problemas porque un maestro no llegaba a impartir sus clases, un director era muy autoritario o qué se yo, que faltaban escritorios. En Comercio siempre hubo esa tradición de organización y de lucha en esa escuela. Entonces, cuando yo ya era adolescente y estudiaba ahí, fue como heredar también toda una tradición de participación. Y pues ahí formamos un primer grupo que tenía un nombre larguísimo. Se llamaba CODDEPCOM qué quiere decir Comisión de Defensa de los Derechos Estudiantiles y Populares. Era un nombre muy largo este. Y sacábamos un periódico que se llamaba Ah Puchis, esa expresión en Guatemala es como, como dirían en México, qué te pasa? O algo parecido? Es como una expresión muy informal, pero así se llama nuestro periódico y teníamos un grupo de teatro también. Coincidió mi que yo me empecé a vincular con otros estudiantes en todo ese grupos, posterior a que hubo en Guatemala un terremoto en 1976. Y la gente, la gente que rentaba a vez un pequeño cuarto, un lugar donde vivían las familias trabajadoras de la capital. Muchísima gente se quedó sin donde vivir, mucha, mucha gente, y porque las casas se derrumbaron. Entonces la gente lo que hizo fue ocupar parte de barrancos alrededor de la capital o terrenos que estaban vacíos y la gente hacía sus casitas con pedazos de cartón de nailon, con lo que fueran, viviendo en unas condiciones realmente terribles, sin agua, sin servicios sanitarios. En fin, una situación muy complicada. Entonces, uno de los primeros lugares adonde como grupo de teatro llegamos fue a hacer teatro en esa con esos pobladores de esas comunidades, y de ahí surgieron de esos asentamientos era el nombre que le damos en Guatemala, de ahí mismo, de las familias, surgieron líderes que fueron organizando a la misma, a la misma población que estaba en los asentamientos y mucha gente logró que les dieran los terrenos que habían ocupado, que se vendieran y de ahí a construir poco a poco sus casas ya más formalmente, verdad?

AG: La lucha siguió en Guatemala y posteriormente también uno de los sectores que más creció fue el sector campesino. Hasta la fecha existe en Guatemala el Comité de Unidad Campesina, CUC, que nació ahí en la lucha. No recuerdo ahora, pero ellos acaban de celebrar también su aniversario. A ver, yo pienso que ellos salieron a luz, ya como organización que salió a la luz pública fue en 1978 y poquito tiempo después, el primero de mayo del ‘78, es cuando también sale a luz el Frente Estudiantil Revolucionario Robin García, que era el nombre del movimiento estudiantil de nuestra organización. Y el CUC logró alcanzar organización en muchos departamentos de Guatemala, verdad, en la costa, por ejemplo en la costa sur de Guatemala, ahí es donde están las tierras más ricas, más fértiles. Además de que es una buena tierra, el clima es cálido, hay mucha humedad. Entonces las plantaciones allí son abundantes. Se da, se da mucho. En esa época me recuerdo que el algodón era uno de los principales cultivos. Entonces, los que llegaban a recoger, por ejemplo, la cosecha de algodón o a cortar caña, también la caña de azúcar, ahí hay muchas plantaciones de caña de azúcar, eran los indígenas mayas que venían del altiplano de Guatemala, del de los departamentos que son mayoritariamente indígenas mayas de nuestro país. Entonces a la gente la transportaban en camiones desde desde las comunidades, desde el Quiché, Huehuetenango, Alta Verapaz. Los transportaban en camiones a familias enteras. Pero cuando digo camiones no son los camiones de México, no son los buses, no, eran los los vehículos donde transportan la carga, donde igual transportan ganado, madera o granos. Ahí ponían a la gente en ese tipo de camiones y la gente venía casi muriéndose, pero los trasladaban de las comunidades hasta la costa, al levantar las cosechas de los finqueros. Y vivía una situación terrible por todo ese tiempo, porque también en las fincas no les daban un lugar donde vivir, hacían como galera. Le decimos en Guatemala que solo era eran techos grandes, sin paredes. Y este pedacito a lo mejor un par de metros cuadrados es para esta familia y este otro metro es para el fulano y este otros dos metros cuadrados. Donde la gente vivía ahí en la costa, donde hay tanto, bueno, digo no solo el clima, sino muchos animales, zancudos, chaquiste. Y a la gente le costaba mucho, porque vivían de que venían de climas fríos a un lugar tan caliente, a enfrentarse a una situación, ya de por sí es difícil vivir en esas condiciones ahí por la humedad, los animales, el calor. Pero la gente llegaba, casi lo único que tenía era un techo y entonces las familias completas llegaban a trabajar. Son los, que le llamamos en Guatemala, los trabajadores temporales, porque sólo bajaban el tiempo a la cosecha pare otra vez a sus, a sus lugares, a sus pueblos, en el altiplano. Pero el CUC, como organización campesina, ahí encontró muchísima tierra fértil, porque mucha gente se organizó, muchísima, muchísima gente, o se organizaban en la costa y subían con las ideas de organización al altiplano, o se organizaban en el altiplano y ya venían con ideas de organización a la costa. Entonces fue algo en un tiempo muy, muy rico, de mucha lucha, verdad? El CUC, su planteamiento era la lucha porque, por lo menos salario mínimo les pagaban, verdad? Porque les pagaban, no recuerdo ahora, pero era una cantidad, no te alcanzaba más que para comprar una libra de frijol o una libra de azúcar. La gente pasaba mucha hambre y morían muchos porque sabes que yo siempre relato eso, porque era, era, era duro, en las plantaciones de algodón la gente estaba cortando el algodón, llevaban una bolsa aquí enfrente de otro, le decimos costal y ahí iban echando el algodón que cortaba. Pero la gente para apurarse cuando se agarran la copita, el copo de algodón viene con basura y los finqueros no querían que el algodón fuera con basura. Lo querían casi limpio. Entonces la gente por apurarse usaba una mano y con la boca quitaban la basura, echaba el algodón y la otra mano ya venía y quitaba y usaban las dos manos para cortar el algodón y la boca para quitar la basura. Pero muchas veces la gente estaba trabajando y las avionetas de los finqueros pasaban fumigando y los químicos que usaban los plaguicidas, bueno, cosas que ahora están tan prohibidas, verdad? Por todos los efectos que causan, yo me recuerdo yo vi muchas personas y llegar intoxicados, casi muriéndose a que les pusieran una inyección por el envenenamiento. Y era horrible. Realmente de verdad las condiciones de ese tiempo. Hay muchas cosas malas todavía no estoy diciendo que ahora esté mejor, sino que estoy relatando en ese tiempo como yo con mis ojos de niña miraba eso verdad? Pero bueno, el creció, creció muchísimo el Comité de Unidad Campesina, CUC. Hay hay una huelga de los trabajadores de la costa de 1980, hay fotografías todavía incluso de eso, pero eran miles y miles y miles de trabajadores que abandonaban las fincas con su machete en alto, caminando por las carreteras, exigiendo que les pagaran el salario mínimo y que les dieran otras condiciones de trabajo, donde llegar a dormir, a vivir, a comer.

MV: What was the answer?

AG Mira, en ese tiempo si, logró a la organización campesina, sí logró, que mejoraran el salario mínimo, si se lograron, por lo menos eso que era lo básico, verdad? La reivindicación por el salario mínimo si lo logran, pero la gente tuvo que luchar muchísimo. Cerraban carreteras, dejaban vacías las fincas y la cosa, por ejemplo, no se la, pues los dos, las plantaciones de algodón en la caña tienen un momento en que hay que cortarlo. Y si no se corta en ese momento se pasa. Y esa era la presión a los finqueros, verdad? O nos pagan o no trabajamos y pierden sus sus cosechas, sus plantaciones, verdad? Y sólo así se lograba, porque ese ha sido una algo continuo en Guatemala. De veras, en Guatemala no hay espacio para el diálogo, para negociaciones, o si te dicen si de parte de la burguesía dicen vamos a dialogar, es un engaño, te ponen la mesa, llegan representantes, hablan. Pero cuesta tanto abordar este, llegar a acuerdos. Y luego, cuando se toman acuerdos, no se cumplen? Entonces, para qué? Es un engaño, casi que solo hacen como entretener a los trabajadores, a la gente y hacer perder el tiempo, verdad? En Guatemala las reivindicaciones se han logrado a fuerza de movilización, de protesta, de huelgas, de tomas de fábricas, de fincas, de carretelas. Esa es la realidad.

AG: Mira, hay un hecho que es muy impactante, lo que llamamos la masacre de la embajada de España. Te cuento brevemente. A finales de los 70’s ya el 77-78 ya la lucha estaba muy fuerte en Guatemala. Ya había muchísima gente organizada. Por ejemplo, en 1978 [was actually in 1977] salió una marcha de unos mineros, los mineros de Ixtahuacán, así se conoce, que es una mina que estaba en Huehuetenango, que es un departamento al noroccidente de Guatemala y el grupo de mineros demandando igual mejores salariales y mejores condiciones de trabajo. Se vino caminando, desde la mina en Ixtahuacán, hasta la capital. Pero en el transcurso, te estoy hablando de cientos de kilómetros de caminata, fueron varios días de caminata, pero en el transcurso de la marcha desde Huehuetenango a la capital, la gente se movilizó. Ya había gente organizada o que de manera espontánea, pero muchísima gente alían las carreteras a darles comida, de darles agua, fruta, animarlos, les aplaudían cuando pasaban. En fin, y al final, cuando llega la marcha a la capital, eran miles y miles y miles de personas acompañando a los mineros, hasta llegar en frente del Palacio Nacional, verdad? Ese tipo de cosas asustaron al gobierno, porque era una demostración, entiendes? Que era una gran demostración, de fuerza, de organización. Pero además habían mensajes. Por ejemplo, las marchas las organizábamos, iban en filas de tres. O sea, tú veías en las calles y no ibas a que la gente amontonado. No, era organizado, era ordenado. Iban en fila, tres filas, tres filas de gente y llevando las pancartas, las mantas, las consignas y equipos de sonido, en fin. Y eso da una muestra de mucha organización, porque no es el ir como un grupo de amigos. No. Era organización, pero eso debió haber asustaba mucho también al gobierno, verdad? Que algo muy fuerte estaba creciendo en Guatemala. Pero posteriormente de esa, de esa gran marcha de los mineros de Ixtahuacán que fue algo histórico, después este, se vino el caso de la masacre en la Embajada de España, porque en esos años que fue la marcha de los mineros de Ixtahuacán, también en el Quiché, también en El Quiché, en en Chajul, Nebaj, Cotzal que son y son municipios también muy especiales, son municipios donde la gente ha sido guerrera realmente, ahí es población Ixil, Maya y Ixil, y esa población era de los grupos gente que bajaban a la costa a levantar las cosechas, que ya venían con idea de organización. Pero el Ejército, seguramente los servicios de inteligencia, empezaron a señalarlos, a sospechar de ellos y empezaron a patrullar las comunidades, y habían secuestros, violaciones, robo de alimentos a la población y la población lo denunciaba, y nada, no pasaba nada, no los escuchaban, ni siquiera circulaban sus denuncias. Finalmente, a finales de 1979, ya de manera coordinada, se decide que un grupo de campesinos de esas comunidades bajen a la capital a hacer la denuncia. Y es ahí donde estudiantes del FER. Y es ahí donde, cuando los campesinos bajan, un grupo de campesinos bajan a la capital, mucho del trabajo de coordinación lo hizo estudiantes del FER, yo en ese movimiento ya no, ya no participé, pero amigos míos estuvieron ahí y acompañándo no? Porque los campesinos venían tantos que tuvieron que llegar y se ocupó un edificio de la Universidad de San Carlos de Guatemala para darles alojamiento. Entonces era toda la tarea de alojamiento, de vigilancia, de buscar alimentos para los campesinos. Se hicieron muchas acciones de denuncia, no ir a los periódicos, a los noticieros, a tratar de hablar en la Iglesia Católica, tratar de hablar con diputados en el Congreso de Guatemala, y adonde fueron se cerraron las puertas. Nadie quería recibirlos, nadie quería escucharlos. Los periódicos no querían publicar nada de sus denuncias. Entonces, finalmente, bueno, se deciden no? Porque ante una situación de represión allá en las comunidades, qué se iba a hacer? Sí, todas las puertas se cerraban. Finalmente, finalmente hacen un plan para tomar una embajada y la embajada que se seleccionó fue a la Embajada de España, y ahí el objetivo era llamar la atención sobre la denuncia que se estaba haciendo de lo que pasaba ya en en las comunidades, la represión del Ejército. Pero en ese tiempo el presidente era Lucas García, un militar que fue terrible realmente para el país. El ministro de Gobernación era Donaldo Álvarez Ruiz, que por cierto, hay mucho rumor de que el señor, aún con orden de búsqueda y captura a nivel internacional, sigue escondido aquí en Estados Unidos. Él era el ministro de Gobernación en esa época y también estaba Pedro García Arredondo, que era jefe de un cuerpo especializado de la Policía, que era el comando 6. Y lo que se sabe, porque un testigo desde dentro del Palacio de Gobierno que escuchó la orden de Lucas García a Donaldo Álvarez de que había que sacar a la gente de ahí a como diera lugar. Y la misma orden transmite el ministro de Gobernación a Pedro García Arredondo, que era el jefe del commando 6. Y con esos órdenes de saquen los a como dé lugar, llegaron, rompieron ventanas y le pegaron fuego a la embajada con todo las personas adentro, pues ahí murieron los campesinos, todos los campesinos que habían llegado a la ocupación de la embajada ahí murieron. Murieron cuatro estudiantes, también miembros del FER. Murió también un dirigente sindical, un dirigente del movimiento de pobladores. Todos los empleados de la embajada murieron ahí. Hasta el primer secretario de la embajada murió. El único que logró sobrevivir era el embajador en ese momento, Máximo Cajal, que salió con quemaduras pero logró salir vivo, y un campesino que quedó debajo de los cuerpos calcinados de los demás ocupantes y a él se lo llevaron vivo. Posteriormente y igual lo secuestraron del hospital donde lo estaban atendiendo, lo torturan con ese grado de quemaduras que él tenía. Lo torturan y como en los dos días van a tirar el cadáver en los patios de la universidad. Hasta la fecha ahí está encerrado, enterrado, Gregorio Yujá, que era un campesino, me parece que él era de Uspantán, en el Quiché, y ahí sigue. Ahí está enterrado. Ahí está su tumba, quizá una placa que comencé conmemora cada año. Pero, de ese tipo de cosas, eso fue tan sangriento, tan espantoso. Que ya muchos de nosotros, de los estudiantes de la capital mestizos, que hacemos? Que había que seguir metieras, porque yo pienso que parte, eso es la política de terror, de aterrorizar a la población, en todos los sectores. Era paralizarnos, pero para muchos fue la reacción contraria, tomar decisiones más radicales y mucho nos fuimos a las comunidades indígenas. Ya había todo ese contacto, te digo, por esa misma coordinación entre sectores ya había de todo esa comunicación con campesinos, con con gente de las comunidades más lejanas. Si finalmente se así fui como a parar en el Quiché, ahí viví muchos años, antes de salir como refugiada en Mexico.

MV: En el Quiché, when did you go?

AG: Yo me fui para el Quiché en 1981. Y ahí fue tremendo también toda esa vida fue algo muy, muy fuerte, pero muy, muy formativo también, este algo que no menciones, que en las organizaciones sabes que ya se empezaba a hacer mucho trabajo de formación política, de estudio. Leíamos, discutíamos y íbamos aprendiendo. Y entonces, por ejemplo, un tema como es la discriminación en Guatemala, el racismo y la discriminación, que hasta la fecha es tan fuerte. Ese era un motivo de, fue una de las causas de la guerra finalmente, en Guatemala. Y y los estudiantes de la capital ya íbamos con esas ideas, sin conocer mucho, me entiendes? Porque el mundo indígena era algo como muy, pues si conocíamos a los campesinos que veníamos, pero nos conocíamos en la lucha por los salarios, en las huelgas y eso. Pero su cultura no era algo a lo que fácilmente pudiéramos tener mucho acceso, no? Pero ya íbamos con ideas, ya que íbamos con ideas y pues muchos de nosotros cuando llegamos fue a incorporarnos plenamente en las comunidades y a conocer, a conocer su vida, aprender algunas palabras. Yo me arrepiento tanto porque no aprendí. Estuve tanto tiempo entre Ixils, entre K’ichés, y sé palabras de los dos idiomas, pero no lo ningúna. No aprendí, me hubiera encantado tanto de verdad este aprender los idiomas, porque pues el idioma es el nexo, pues puedes entender mucho más de su forma de ver el mundo, su forma de ver la vida y porque como estudiantes íbamos con un discurso o si quieren muy panfleteros, pero, este, ya ir a hablar con ellos era diferente, era era diferente porque te hacían aterrizar, te hacían poner los pies en la tierra y escuchar la historia de la gente. No sé, por decirte llegar a hablar de las grandes contradicciones es en Guatemala, es porque el 2 por ciento es el dueño de los grandes medios de producción, eran discursos que para los campesinos no hacía mucho sentido, verdad? Pero si hablabas con ellos del problema de la tierra, te decían “Mire, es que aquí, en esta sierra que es tan fría, sólo una cosecha de maíz al año sacamos, si?” Casi todo el año, siembran en marzo y cosechan en diciembre, y son unos mazorca, porque el maíz es vital para la población indígena campesina en Guatemala y era una producción mala realmente, pues poco, poco, poco maíz lograban sacar ellos de un montón de trabajo, de muchísimo trabajo que tenían que hacer, y entonces ellos decían es que como campesino necesitamos tierra mejor, verdad? Porque estas tierras ya está muy cansada, decían. Pero son laderas súper empinadas de tierra, donde hay mucha piedra que no es fértil, verdad? Que realmente su vocación es es para bosques y no para la producción de alimentos. Ese tipo de cosas te hacían aterrizar aquí. No vienes con ese discurso del del 2 por ciento de la población burguesa en Guatemala. Aquí vienes a hablar de que la tierra da o no da, o cómo es el clima. Si hay agua, no hay agua y otras cosas. Tienes que cambiar el discurso, que era siempre encaminado a lo mismo, pero con los pies en la tierra. Y fue bonito. Fue un tiempo de mucho aprendizaje, muchísimo, muchísimo aprendizaje en la vivencia con las comunidades.

AG: No era fácil estar ahí. Hacía un frío terrible y no teníamos condiciones para estar en la época de diciembre, enero. La temperatura bajaba bajo cero y no teníamos ni ropa ni cobijas suficientes. Y si, era difícil, mucho tiempo, porque el ejército ahí fue cuando ella lanzó las grandes ofensivas militares y cortaban la siembra de la población verdad? O encontraban los, le llamábamos buzones donde la gente escondía su cosecha y si lo encontraban o le pegaban un fuego o se lo robaban. Y ahí ibanos patrulleros civiles que iban junto con el ejército, cargando las maletas de maíz y frijol, de alimentos de la población y en mucho tiempo a veces solo comíamos hierbas, hierbas que la gente conocía, que crecían así, entre el sol, entre la milpas, en los lugares donde siembran el maíz o hierbas de la montaña también. El maíz, para que abundará, la gente hace lo que más pinol del maíz seco y ya ya se lo tuesta y luego se muele y queda como una especie de harina y así se come y muchas veces era toda la comida que teníamos. No era fácil. Llegaron a la parte más al sur del Quiché, Chimaltenango, y llegaron muchísimos estudiantes. Llegaron ahí con las comunidades de esas áreas, que era principalmente población Quiché, Cakchiquel. Y muchos se quedaron esos.

MV: When the military would show up, how were you organized to move out of the way?

AG: Mira, parte del trabajo era acompañar a las comunidades a que se siguiera organizando. La población estaba organizada, tenían vigilancia las 24 horas del día, entonces habían lugares este cerros altos donde había visibilidad, desde donde podían ver si el ejército se acercaba. Y usaban los cachos de los toros, se arreglaban de una manera que parecían trompetas, les cortaban la punta, nada más entonces esos cachos, cuando ya veían que el ejército se venía aproximando, los muchachos que estaban en vigilancia lo sonaba y la gente huía y ya se preparaba para salir en lo que se llamaba el plan de emergencia. Y el plan de emergencia realmente era que la gente durante muchos años, las comunidades de población en resistencia porque así fueron finalmente reconocidas. La gente en su pequeña casita, en su rancho, todos los días tenían que levantar y doblar las cobijas, la ropa y hacer las maletas, entiendes? Tenían ahí de alimento nada más lo que se iba a ir consumiendo, porque en el momento en que sonaba la señal de que venía el ejército, la gente solo agarraba su maleta y se iba a meter. Si se ponían en ese momento a estar recogiendo y empacando, no, primero llegaba el ejército antes que la gente se pudiera retirar. La gente regularmente se mantenía en estado de alerta. Si, esa era parte del plan de emergencia, no? La vigilancia, el aviso, estar preparado, te preparas todas sus cosas para poder sacarlas. Que no se perdía, porque no había dónde ir a comprar más. Estaba, todas esas áreas fueron militarizadas, el ejército tendió como un gran cerco, entonces no se podía ir a ningún pueblo a comprar nada. Era, era, era bien difícil y la gente ya sabía verdad? Que en tal lugar a lo mejor hay un caminito que solo ellos conocían y que se iba en la montaña y a lo mejor una cueva o una quebrada donde se podían esconder. En fin, ya había todo eso estaba, estaba previsto la mayoría de las veces, verdad? Para que la gente sobreviviera. Y sabes que la población, que era población civil, no combatiente, yo siempre reafirmo eso porque era eran familias completas, porque igual siguieron haciendo de niños, hubieron matrimonios, en fin, y la población después hubo que hacer una gran lucha para que fueran reconocidos como Comunidades de Población en Resistencia. Hasta la fecha ellos siguen viviendo porque, después de la firma de la paz se logró que a ellos les dieran algunas tierras en la costa para asentarse en la población, porque cuando se fueron dejaron sus tierras, sus comunidades, y mucho de esa tierra le fue entregado por el ejército a los patrulleros civiles, que eran los patrulleros. Eran paramilitares que acompañaban al ejército en las campañas militares, en las ofensivas militares. Pero bueno, es parte de la historia.

AG: Mira, realmente ahí la gran mayoría de la población indígena, campesina. En el área donde yo estuve mayoritariamente eran Ixcil. Ixcil es un pueblo maya, y yo sólo estaba. No, no, no representaba una organización, no era, nos fuimos, entiendes? Y es como irse a insertar ahí, en la comunidad. Apoyar, éramos, convertimos nuestra vida en apoyo al servicio de las comunidades.

MV: Was it hard to change so drastically?

AG: Fue difícil, fue bien difícil. Sabes que ahí en Quiché es lindo, el Quiché es uno de los lugares más lindos en Guatemala. Te digo, está en la Sierra de los Cuchumatanes, es alto, ahí bosques. Y ahí hay mucho bosque nuboso que, me encantaba por ejemplo estar arriba de un cerro y como a las 4-5 de la tarde mirabas cómo venían entrando los, yo siempre he dicho los mares de nubes porque vienen las nubes así en las joyas, abajo en los barrancos y poco a poco van subiendo y cubriendo. A veces estábamos tan alto que quedaba uno más arriba que el mar de nubes. Pero a veces estábamos un poco abajo, entonces, yo decía que andaba en el cielo. Y me recordó mucho de ese nombre, de esa película ‘El paseo por las nubes’ verdad? Porque así, así, así me sentía. Y al principio me sentía perdida, porque no puedes ver más allá de uno o dos metros adelante. Estás todo blanco, que estás entre las nubes realmente. Y yo me sentía como perdida. Pero bueno, yo seguía caminando detrás de la gente, en el camino donde iba la gente iba y me fui acostumbrando. Entonces te digo ay, fue muy duro, muy fuerte, porque teníamos que caminar mucho. Lo que tenías lo tenías que andar cargando en la espalda, no había comida, pasábamos mucho frío, la lluvia era unos torrencial, nos mojaba mucho, nos mojaba mucho, mucho. Nos manteníamos muy mojada la ropa y en fin. Pero yo a veces me recuerdo y ese ese recuerdo tan lindo de la convivencia con la gente. Habían veces, caminábamos y llegábamos de noche, empapados, mojados a un lugar y la gente en el rancho más humilde que te puedas imaginar. La gente tenía fuego y nos abría la puerta y nos decían pasen, pasen, vengan, siéntense y nos sentaban a orilla de su fuego porque yo regularmente ponen el fuego en la tierra para calentarla la casita y nos daban su lugar. Le dicen a unas pequeñas bancas que donde se sientan casi en el suelo y nos daban café o un poquito de frijoles. Los que tuvieran la gente lo compartí y te digo aprender, aprender mucho, escuchar a la gente. Yo pienso que ahí, ahí, en esa comunidad aprendí a escuchar, en general a la gente, escuchar. Y el paisaje, es una cosa preciosa, es lindo el Quiche.

MV: Why were you walking so much? Were you walking from one place to the other to see what people needed, what was needed, or just to be alert?

AG: Mira yo, yo me moví mucho entre las comunidades, entonces había un sistema de vigilancia, verdad? Sí, muchas veces con lo que había que tener cuidado era con los helicópteros militares, porque llegaban y al área donde vivía la población y pasaban bajo y ahí sí te veían, disparaban, ametralladoras o lanzaban rocket. También lanzaban mucho rock. Hubo muchos bombardeos en ese momento, toda esa tensión también por años. Pues así era la vida ahí así eran la vida ahí con las comunidades. Era, mira, para la gente de la capital, era estudiante es tan fácil perderse, se burlaban mucho, era como un chiste porque nos perdíamos tan fácil. Cuando vas caminando vas viendo para adelante, para adelante, no estás viendo para atrás entonces si te toca venir de regreso, ya no sabes por dónde ir de regreso. Y yo, yo, por ejemplo, siempre anduve con alguien que me acompañara algún día, si, siempre andaba con algún guía porque no conocía. Y ya después me acostumbré a voltear a ver para atrás y dejar alguna seña en mi cabeza, no? Una piedra grande o un cierto árbol. Y sabes que se aprende también, y eso es parte del aprendizaje. Yo me acostumbré a caminar viendo los puntos cardinales, si sabía dónde estaba el norte o de acuerdo a la hora del día, dónde estaba el sol, yo me podía ubicar. Bueno, es el este, el oeste, el norte, el sur. Todo ese tipo de cosas se aprenden y se acostumbra. Uno se acostumbra. Aprendí a caminar porque, mira, no es fácil caminar en las montañas. Cuando uno llega, camina como que estuvieras en un terreno plano, entonces cada paso, pues no, el piso no te da porque, es un espacio más abajo. Y hubo que aprender a caminar, por ejemplo, verdad? Se camina un poquito con las rodillas dobladas, no se camina recto. Si camina recto no puedes caminar de la montaña. Hay que caminar un poco con las rodillas dobladas y los pies acostumbrarte. Que sean flexibles no los vas a poner parejo, como andar en un piso de una casa, no. Los pies a veces te queda la punta del pie para arriba y solo apoyas el talón o a veces solo la punta del pie o en fin, así, así se camine. Así tuve que aprender a hacer eso también, a caminar así como caminaba la gente. Bañarnos en agua helada que no te imaginas en agua friisima, en los nacimientos de agua o en los ríos. El agua es helada, helada, helada, helada. Había que bañarse súper rápido corriendo porque que se congelaba las manos si después no podía unio o tomarse la camisa de los que estaban cóngeladas. Pero descubrí que si te levantabas a bañar a las cuatro de la mañana, por ejemplo, aunque estuviera oscuro, el agua se sentía tibia. Yo no sé porque, no sé cuál es el fenómeno natural, pero así era. Cuando había frío pero te metías a bañar y el agua se sentía agradable. No estaba tibia, pero era soportable, pues no se congelaba las manos. Pero cuando ya salía el sol te querían bañar como 10-11 de la mañana, eso era espantoso, el agua super fria. Y había un río especial que le decían, bueno, yo le puse el congelador. No estaba, en una montaña y ahí sí todo el tiempo el agua era casi congelada, estaba eso y ahí había que bañar del agua, y sufrí mucho, me recuerda, me recuerdo que sufrí mucho. Pues todo ese proceso de adaptación. Pero la gente muy linda, la gente. Y sabes que me admira mucho de que, a pesar todo lo que pasó esa población, porque yo finalmente salí de allí, me fui como refugiada, estuve en México, en la Ciudad de México, con limitaciones, pero viví en unas condiciones diferentes que como se dije en la gente, en las comunidades. Luego regresé a Guatemala y también viviendo en la capital, en una casa con servicios, pero siempre me recordaba mucho de la de la población de las comunidades. Y ellos siguen resistiendo. Después de la firma de la paz en 1996, que ya logran ellos regresar y reorganizar sus comunidades, verdad? Y la gente sigue organizada, mantienen sus comités, porque así estaban, ellos tenían comités en cada comunidad y aparte tenían como un comité general de todas las comunidades. Hacía un ejercicio también interesante de participación política, porque las cosas la decidían en asambleas y la gente discutía y votaba y tomaban decisiones sobre su vida, sobre qué hacer o no. La gente se fogueó mucho en su formación política, también como líderes. Hasta la fecha. Hay un caso de un muchacho que me recuerda mucho que, porque impulsamos este alfabetización también, verdad? En las comunidades hubo alfabetización o atención médica, hubo muchas cosas. Pero en la alfabetización, me recuerdo que había un caso especial de un muchacho que apenas hablaba español, solo hablaba su idioma y poquito a poco aprendiendo, aprendiendo. Y mira hasta la fecha el sí como dirigente de la comunidad de población en resistencia en Chajul. Y ahora lo escucho hablar y de verdad me da tanto gusto, lee, escribe, habla el español, su idioma. Y así como él, muchos, muchos dirigentes se formaron y crecieron, se desarrollaron en la lucha.