Jesuit Priest Rutilio Grande is killed by security forces near the town of Aguilares, where he worked among the poor. Grande’s assassination opened a wave of repression against progressive Catholic clergy. The vigilante group White Warriors Union threatened to kill the remaining 47 Jesuits in El Salvador. Pamphlets appeared: “Be a Patriot! Kill a priest!”

Archbishop Óscar Arnulfo Romero is murdered in the chapel of the Hospital de la Divina Providencia in San Salvador. The previous day, Romero called on the soldiers of the armed government forces to obey God’s higher orders and stop the repression and violation of human rights.

On the banks of the Sumpul River, Salvadoran soldiers, supported by two Air Force helicopters, National Guard, and paramilitary agents of the National Democratic Organization ( ORDEN) massacred around 600 unarmed people, including children, women, and the elderly. On the other side of the river, soldiers of the Honduran Armed Forces fired into the air to prevent the victims from finding refuge in their country.

Nearly 1,000 civilians (half of them children and adolescents) were killed by the U.S.-trained Atlacatl Battalion, a counterinsurgency military unit equipped and directed by U.S. advisors in El Salvador.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-47425381?ocid=socialflov

Approximately 1.2 million Salvadorans voted to elect a Constituent Assembly. Christian Democrats won a plurality, but a right-wing coalition gained control of the Assembly.

United Nations Higher Commissioner for Refugees estimated that around a quarter of a million Salvadoran refugees were living in Mexico and Central America. The following year, estimates increased to 326,000, and half a million Salvadorans living in the United States without papers.

Administration leaked details of massive rural pacification program involving large-scale military sweeps followed by the creation of a local civil defense force and the U.S. Agency for International Development–supported economic programs.

El sacerdote jesuita Rutilio Grande es asesinado por fuerzas de seguridad cerca de la ciudad de Aguilares, donde trabajó entre los pobres. El asesinato de Grande abrió una ola de represión contra el clero católico progresista. El grupo de vigilantes Unión Guerrera Blanca amenazó con matar a los 47 jesuitas restantes en El Salvador. Aparecieron folletos: “¡Sé un patriota! ¡Mata a un sacerdote!”

El arzobispo Óscar Arnulfo Romero es asesinado en la capilla del Hospital de la Divina Providencia en San Salvador. El día anterior, Romero invitó a los soldados de las fuerzas armadas del gobierno a obedecer las órdenes superiores de Dios y detener la represión y la violación de los derechos humanos.

En las orillas del río Sumpul, soldados salvadoreños, apoyados por dos helicópteros de la Fuerza Aérea, la Guardia Nacional y agentes paramilitares de la Organización Democrática Nacionalista (ORDEN) masacraron a unas 600 personas desarmadas, incluidos niños, mujeres y ancianos. Al otro lado del río, soldados de las fuerzas armadas de Honduras dispararon al aire para evitar que las víctimas encontraran refugio en ese país.

Cerca de mil civiles (la mitad de ellos niños y adolescentes) fueron asesinados por el Batallón Atlacatl, una unidad militar de contrainsurgencia equipada y dirigida por asesores de Estados Unidos en El Salvador.

Aproximadamente un millón 200 mil salvadoreños votaron para elegir una Asamblea Constituyente. Los demócratas cristianos ganaron una pluralidad, pero la coalición de la derecha ganó el control de la Asamblea.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados estimó que alrededor de un cuarto de millón de los refugiados salvadoreños vivían en México y América Central. Al año siguiente, las estimaciones aumentaron a 326 mil, y medio millón de salvadoreños viviendo en Estados Unidos sin papeles.

La administración filtró detalles del programa masivo de pacificación rural que involucra barridos militares a gran escala seguidos por la creación de una fuerza de defensa civil local y los programas económicos apoyados por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.